
La primera tormenta, y el primer atardecer con alma, una de las cosas más
maravillosas de la naturaleza, sucede todos los días, cada ocaso y cada amanecer
son diferentes, es un espectáculo que no me canso de ver, y encima gratis.
La foto está hecha en las afueras de Cabra.
Gracías a Juan Luque por su aportación.
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